La firma holandesa Smit Salvage, encomendada por la armadora del quimiquero "Blue Star" para el remolque de la unidad, que encalló en Ares (A Coruña) el pasado 24 de noviembre, ha iniciado este lunes los intentos de traslado del barco con un desplazamiento de unos 10 metros tras el primer despliegue en la zona.

La Delegación del Gobierno en Galicia confirmó a la prensa que la "pleamar y el oleaje han sido insuficientes para reflotar" el buque y prevé que se propicie un nuevo intento hacia las 02:30 horas del martes.

El operativo inicial se afrontó sobre las 14:00 horas de hoy, minutos antes de una marea que los integrantes del despliegue esperaban como favorable para este ejercicio.

La costa del municipio aresano, al igual que la del resto de la provincia de A Coruña, tuvo una nueva jornada de alerta por fenómenos costeros con unas previsiones que apuntaban a olas de hasta siete metros. Sin embargo, el oleaje resultó ser menos intenso de lo esperado y no redundó en el éxito de las tareas.

Los remolcadores "Boka Pegassus" y "Union Princess" coordinaron la actuación, por cuyo desarrollo velaron unidades de Salvamento Marítimo y Ministerio de Fomento.

El alcalde de Ares, Julio Iglesias, acudió a la zona, en la que destacó la ausencia de lluvia, y declaró que el plan de rescate de Smit Salvage marca que las pleamares entre los días 10 y 15 se prevén idóneas.

El regidor ha asegurado a preguntas de los periodistas que el despliegue se corresponde con un "primer día" de intentos y que las "mareas van a más" de cara al resto de la semana.

Por ello, ha augurado que las condiciones van a mejor, pero ha evitado aportar plazos y se ha limitado a apostillar que se "va a intentar de manera repetida" el rescate.

"La primera vez ya vimos que se movió; a lo mejor es cuestión de días, de horas", ha reseñado el alcalde aresano.

El "Blue Star", con pabellón de Malta y 128 metros de eslora, perdió el pasado 2 de diciembre, al cumplir diez días encallado, la totalidad de su combustible para autoconsumo tras dos días de bombeo a tierra.

El procedimiento buscó evitar su vertido a aguas de Ares y dio pie al segundo paso de las directrices pactadas por el Gobierno central y la armadora del barco, el remolque de la embarcación.

Para estas tareas, la empresa holandesa Smit Salvage cuenta con el apoyo de la compañía local Ardentia Marine, asentada en Fene (A Coruña).