Nombrado por su tío Deán y canónigo, un día se siente atraído por la Orden de Predicadores que había fundado recientemente Domingo de Guzmán. Así renuncia a todo lo anterior para profundizar en el carisma dominico, preparándose para la predicación contra la herejía albigense, que rechazaba la Autoridad del Magisterio de la Iglesia y ponían en duda la validez del Antiguo Testamento para la Nueva Alianza. Celoso defensor de la Fe, se desplazará a diversos puntos de España para promover el Amor a Dios, el perdón y la reconciliación como fundamentos de la reconstrucción espiritual y humana. Establecido en Tuy, Galicia, los últimos años de su vida, se prepara para el encuentro definitivo con el Señor de Cielos y tierra. Fue el Obispo Don Lucas quien presidió sus funerales y ordenó abrir el proceso de su beatificación. Todos los marinos y pescadores le invocan cuando arrecia la tormenta. Iconografía: Se le rpresenta con el hábito dominico. Otros Santos: Siolvestre,Basilisa y Anastasia.