La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha subrayado este martes la profesionalidad de Cruz Roja y de las Fuerzas Armadas sin pedir nada a cambio en una sociedad tan competitiva "donde todos damos para recibir", un motivo - ha dicho- para la esperanza y para seguir creyendo en un mundo mejor.

Robles pronunciaba estas palabras durante la entrega de la Placa de Honor de la Cruz Roja a las Fuerzas Armadas en reconocimiento por los servicios extraordinarios prestados.

El jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón, ha sido el encargado de recibir la medalla de manos del presidente de Cruz Roja, Javier Senent, en un emotivo acto en el que la banda de música de la Agrupación de Infantería de Madrid ha interpretado fragmentos de la "Novena Sinfonía" de Beethoven y de "El Mesías" de Haendel.

Unas piezas que, según ha explicado Robles, se han elegido porque son una manifestación de fuerza, compromiso con la vida, ilusión y esperanza, unos principios que caracterizan a Cruz Roja y a las Fuerzas Armadas.

"Allí donde hay un hombre que sufra, allí estarán Cruz Roja y las Fuerzas Armadas, lo que constituye un motivo de esperanza en la humanidad", ha insistido.

La ministra ha dicho sentirse emocionada cuando ve a la Cruz Roja en lugares difíciles, comprometida en labores humanitarias, ayudando a los más vulnerables, y "profundamente orgullosa" cuando ve a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas "allí donde hay un problema", en ambos casos con la voluntad de darse a los demás, con genersosidad y sin pedir nada a cambio.

Y siempre con humanidad, "dando la mano al que sufre y lo pasa mal", ya sea en Líbano, en La Palma o en la base de Torrejón cuando llegaron los refugiados afganos.

El presidente de Cruz Roja española ha recordado las muchas ocasiones en que han coincidido ambas instituciones "forjando una relación consolidada y de respeto" y ha recalcado el reconocimiento de las Fuerzas Armadas dentro y fuera de nuestras fronteras.

Ha recordado que en los últimos tiempos han estado presentes en la pandemia, ayudando a montar hospitales o en las residencias; en la borrasca Filomena; en la acogida de ciudadanos afganos y más recientemente en la erupción del volcán de La Palma, "y siempre de forma sencilla, callada, humana, conscientes de la importancia de estar cerca de las personas".

"Hay que tener vocación, profesionalidad y también grandes dosis de humanidad", ha dicho el presidente de Cruz Roja", que ha subrayado el valor, otra cualidad de las Fuerzas Armadas, "porque vuestro trabajo no está exento de riesgo".

El Jemad ha agradecido el reconocimiento de Cruz Roja por proceder de una institución con una relación "especialísima" con los militares y ha valorado su labor humanitaria.

"Sabemos que no nos encontramos abandonados ni en los campos de batalla ni en los mares", ha señalado.