Siete carreteras siguen cortadas por inundaciones o desprendimientos de tierras en la provincia de Girona y los caudales de los ríos continúan muy llenos, después del episodio de lluvias intensas del fin de semana, que ya ha remitido.

Las fuertes precipitaciones que se iniciaron el sábado desbordaron cauces, cortaron vías de comunicación y obligaron a evacuar algunas viviendas en diferentes puntos de la provincia de Girona, en especial en las comarcas del Alt y Baix Empordà, el Gironés y La Selva.

Aunque el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) ha informado de que durante la pasada noche las lluvias han cesado y el episodio de intensidad de precipitaciones ha finalizado, Protección Civil insiste esta mañana en que se extremen las precauciones alrededor de ríos y rieras.

Los Bomberos de la Generalitat han atendido entre las 20.00 horas de ayer y las 7.00 horas de hoy un total de 36 avisos por lluvia, en su mayoría en la provincia de Girona y debidos casi todos a incidencias que se habían acumulado a lo largo del día.

Esta mañana los bomberos tienen previsto revisar la zona de Vilatenim, en Figueres, donde ayer efectivos de este cuerpo rescataron a una veintena de vecinos cuyas viviendas habían quedado anegadas por el desbordamiento del río Manol, por si es necesario intervenir con autobombas para achicar el agua.

Protección Civil ha informado de que siguen cortadas por inundaciones de la calzada la C-253 en Calonge; la C-66 en Corçà; la GI-633 en Sant Jordi Desvalls; la GI-643 en Serra de Daró y la GIV-6216 en Sant Pere Pescador.

También continúa cortada la GIV-5512 en Santa Coloma de Farners por la caída de obstáculos en la vía, así como la BV-4024 en Guardiola de Berguedà por desprendimientos.

En la C-35 en Llagostera y en la GI-664 en Monells hay un carril cortado por desprendimientos y en la GI-682 en Tossa de Mar se da paso alternativo por la misma causa. FE