Joaquín José Martínez estuvo tres años en el corredor de la muerte en Florida, condenado por un doble asesinato que no había cometido. Su padre no cejó en demostrarlo y consiguió la repetición del juicio del que salió 'no culpable'/ "inocente", dice él de los delitos de los que se le acusaba. Ahora, Joaquín José, lucha por la abolición de esta pena en todo el mundo y deja su testimonio en el 'V Congreso mundial sobre la pena de muerte' que se está celebrando en Madrid.Los años en el corredor le han dejado secuelas, no se compraría nada naranja, ni una pieza de fruta valenciana ( vistió mucho tiempo un mono de ese color)y vive en Valencia, no puede ver cadenas y aunque luce una en el cuello para dormir se la quita y la guarda...."A veces me cuesta hablar de ello, recordar a los compañeros que ya no están y sobre todo a las familias de aquellos compañeros... Yo recibí un apoyo que otros no tienen. Aún así lo pasé mal, muy mal" dice Joaquín José.Es que cuando a uno lo condenan a muerte es por delitos graves y entonces lamenta Joaquín José Martínez "lo primero que te abandona es la familia, porque a un asesino no le apoya nadie. Y si no tienes ningún apoyo pierdes la cabeza".En el corredor los pabellones son de 13 presos y haces cierta amistad e incluso echas de menos a aquellos a los que mueren por las palizas que te propinan los vigilantes. "Cuando estamos juntos" dice Joaquín "hablamos de las condenas, de los casos. El último ejecutado en EE.UU. me contó que cuando robas un banco no piensas en que te van a pillar sino en que te vas a gastar el dinero. No se piensa en que está cometiendo el delito, se actua y luego se piensa"."El que exista la pena de muerte no frena a nadie" dice Joaquín José "y se siguen cometiendo delitos", sentencia este español que pudo demostrar su inocencia."Cuando sabes que te van a ejecutar, cuando llega ese momento, cuando el día se te viene encima, llega un momento en que quieres que te ejecuten por el maltrato psicológico al que te somenten. Los guardias te escupen, te llaman asesino, tu familia no va volver a verte, te rompen las cartas, las fotos...Uno no puede descansar, no duermes porque pasan las llaves por los barrotes, están las revisiones nocturnas... Te acostumbras, adaptas tu cuerpo a no dormir, pero muchos compañeros renuncian incluso a los recursos".Joaquín José recuerda al único español condenado ahora a 'pena de muerte' y que se encuentra en el 'corredor', Pablo Ibar por el que lucha su padre como lo hizo el de Joaquín José, "su lucha fué increible, incluso años después de salir del corredor de la muerte me recuerda su lucha, ahora que no está es cuando más cuenta de lo que hicieron mis padres. Vas al Vaticano y te dicen: -tus padres estuvieron aquí. Vas al Parlamenteo Europeo y te recuerdan que ellos estuvieron allí, fueron a todas partes para ayudarme". Tiene malos recuerdos como evitar bombillas y puertas "todas las noches miró las puertas, miro a ver si las puedo abrir y salir", por ello, para terminar recuerda que el Congreso contra la pena de muerte es muy importante y participa en él para ayudar a los que están condenados a perder la vida.