Representantes del PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos ven necesario y posible que las Cortes Generales tengan una oficina de asesoramiento científico y tecnológico que ayude a los parlamentarios a tomar decisiones basadas en evidencias científicas.

La propuesta parte de Ciencia en el Parlamento, una iniciativa que cuenta con el apoyo de más de 170 instituciones y que tiene como objetivo conseguir que la ciencia y el conocimiento sean cada vez más importantes en la formulación de propuestas políticas.

Países como Reino Unido, Alemania o Francia tienen una, desde la que se da asesoramiento neutral a los legisladores, y en España Ciencia en el Parlamento se ha reunido en los últimos meses con representantes de todos los grupos, además de la Mesa y presidencia del Congreso: según sus impulsores, la sensación es buena, pero la oficina la habrá solo si los políticos están convencidos.

Para el portavoz del PP en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso, Juan Bravo, se trata de una propuesta que dotaría de "mayor calidad y acierto" al trabajo de los parlamentarios y así "lo ha entendido tanto la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, como el resto de miembros de la Mesa".

"Su existencia sería un escalón más para posicionar la ciencia en el debate parlamentario".

En aquellos países donde existen, al menos una vez al año, se celebran debates científicos, como los que acogerá el Congreso de los Diputados en noviembre -organizados por Ciencia en el Parlamento-; según Bravo, estos "pueden ser, sin duda, la semilla y origen de una oficina de ciencia en el parlamento".

No obstante, afirma a Efe, se trata de un cambio importante en lo que es el funcionamiento normal y estructura existente y, como tal novedad, "siempre tiene sus dificultades en los inicios".

María González Veracruz, portavoz socialista en la citada comisión, ve viable la oficina ya que existen otros ejemplos, como la oficina presupuestaria del parlamento, y otras referencias en países donde funcionan.

"Creo que habría que adaptar el modelo a nuestro parlamento y a las peculiaridades de nuestro sistema democrático, pero el británico me parece un buen modelo" -lleva más de 25 años-, asegura González, quien añade que tener una oficina que "nutra a los parlamentarios de evidencias científicas contrastadas no puede ser más que positivo".

Además, "ayudaría a alejar los intereses que se puedan crear entorno a decisiones políticas si tenemos clarividencia con datos objetivos".

Desde Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Rosa Martínez, también la ve necesaria y opina que el reto está en hacer de la ciencia otra herramienta más de los procesos de toma de decisión política.

Sobre si es factible, esta diputada no cree que sea tanto una cuestión de los grupos, sino de la decisión que adopte el parlamento como institución: "es verdad que los grupos la podemos apoyar, pero la oficina tiene una transcendencia institucional".

"La veo posible, pero habrá que ver cómo se inserta en el reglamento" de las Cortes, apunta Martínez, quien añade a Efe que tal y como funcionan las instituciones y administración pública, no va a ser una cosa inmediata.

El Parlamento catalán tiene una y, según esta diputada, esto da cuenta de la soberanía que tienen los parlamentos autonómicos para organizarse de diferentes maneras; está ese modelo y muchos más y "ahora hay que ver de qué manera estos modelos que hay en el mundo pueden adaptarse a nuestra realidad".

Desde Ciudadanos también apoyan esta iniciativa, que ayudaría a los diputados a tomar decisiones en base a evidencias científicas "y no en base a meras conjeturas y suposiciones".

Es necesario -dicen- que la ciencia cobre más protagonismo y la sociedad sea consciente de su importancia para el futuro del país, y este tipo de proyectos son necesarios para mostrarlo.

Fuentes de Ciudadanos creen que existe consenso entre todos los grupos y sería factible una oficina permanente.