El precio que puso ayer Podemos a un pacto de Gobierno y el modo en  que lo hizo, deberían suponer la ruptura de las negociaciones con el PSOE. Hasta ayer se podía dudar de la voluntad de acuerdo de Pablo Iglesias. Después de la comparecencia de este lunes está claro que  insiste en reclamar los ministerios más estratégicos y un referéndum para Cataluña. Ni una ni otra cosa se las puede dar el PSOE, a menos de que sus dirigentes hayan perdido el sentido de las cosas.Podemos no quiere pacto, quiere nuevas elecciones. Al nuevo partido le viene bien un estado de campaña permanente. Las encuestas señalan que la formación ya está, en intención de voto, por delante del PSOE. Despejada esta incógnita conviene buscar cuanto antes un acuerdo para formar un Gobierno leal a la Constitución. Ese Gobierno requiere generosidad e imaginación por parte del PSOE, de Ciudadanos y del PP. Si se negocian acuerdos en políticas esenciales, luego puede ser más fácil encontrar las personas y la aritmética necesaria para superar la investidura.España necesita salir de la incertidumbre. Los políticos de los partidos mayoritarios están obligados a encontrar soluciones que detenga el creciente escepticismo de los votantes. Ese escepticismo es el alimento del populismo. Estamos ante un tiempo nuevo que exige sumar y no restar, que exige soluciones nuevas.