El trayecto hasta que nacemos es maravilloso, increíble, complejo, curioso. Pero la llegada, en la mayoría de los casos, cálculos o no (no hay una ciencia exacta), llegar se llega de forma inesperada. Este ha sido el caso de muchos bebés, pero el protagonismo de esta historia tiene nombre propio: Idaira.Vanesa, la mamá, se preparaba a primera hora de la mañana para acudir a una revisióin rutinaria cuando empezó a notar unos dolores. Avisó a su marido y comenzó la operación 'vámonos que llega, que llega ya cariño'. Mientras preparaban las cosas, Vanesa se convencía de que no iban a pasar del portal. Efectivamente, tuvieron que dar la vuelta y en el salón de casa dio a luz.El padre de la criatura ha explicado en La Tarde su pensamiento en aquel momento: "Yo no tenía ni idea y la prueba es que cuando la niña salió y no lloraba me asusté y nos temimos lo peor". Confiesa que nadie está preparado para algo así, pero trató de hacerlo lo mejor posible "La abracé tan pequeñita, llegó una vecina y cogimos una toalla, se la puse a mi mujer entre los brazos y reaccionó".La madre cuenta que "tenerlo todo listo no sirve para nada". Cierto en su caso y en muchos otros que se han dado así. Ahora Idaira llena de alegría todas las estancias de la casa, la familia está perfectamente y felices de esta llegada tan esperada.Papá y matrona por sorpresa