No es de recibo que se lidie una corrida parcheada en Albacete, por interesante que sea el hierro sustituto. Ya lo dijimos en su día y lo reiteramos. Suele decirse que cuando algo no comienza con buen pie, el final suele tener idéntico color. En este caso, la lluvia de orejas por doquier sólo sirvió para maquillar la estadística numérica del abono. Porque en cuanto a emoción, ni gota.Hablando sobre los de luces, el ciclón de Jerez, Juan José Padilla, hizo un trasteo circunstancial ante la indiferencia del personal. Es cierto que hubo esfuerzo por su parte pero la cosa no terminó de arrancar. Tras estocada tendida y siete descabellos, el toro se echó al piso. Y el respetable le dedicó pitos más por sus continuos desaciertos con los aceros que por lo visto con las telas. En banderillas, combate nulo. Con su segundo, un astado al que quizás no terminó de administrarle la lidia más adecuada, dio la sensación de que se quedaron cosas por el camino. Mató de estocada con desarme y se le premió con una oreja. Lo de la vuelta al ruedo con la bandera pirata no terminará nunca de convencernos. Qué le vamos a hacer.El portento físico de David Fandila está sobradamente demostrado. Su ganas de agradar, también. Ahora bien, ¿son argumentos suficientes? Al segundo de la tarde, un cornúpeta con el que comenzó la faena de rodillas, no le administró la lidia adecuada, dando la sensación de haber sido infrautilizado. En banderillas, cada par quedó en una costilla distinta del toro. Se pasó parte de su labor muletera pidiendo música al director de la banda en lugar de centrarse en lo que se supone hace un torero: torear. Mató tras pinchazo, estocada muy trasera y rueda de peones. Oreja de sus numerosos partidarios en el tendido.Porque en el quinto de la tarde, seguimos con la música. Le brindó un par de banderillas al director de la banda y luego le hizo gestos al comenzar a sonar la música y cuando finalizó para entrar a matar. Significativo que no sonase ni un olé durante su trasteo. Mató de estocada baja y se le concedió una oreja. Con petición de la segunda, y no es broma. ¿Cómo era aquello de la música callada del Toreo? Aunque hay gente que dice que golpear un cubo con una pala también es música. Pues eso.Por su parte, Sebastián Castella, tras un inicio de faena un tanto irregular, anotamos un bonito cambio de mano sin remate, no llegando nunca a ser contundente por intermitente. Mató de estocada de buena ejecución que quedó mínimamente trasera. Se le concedió una oreja, algo lógico si tenemos en cuenta lo visto en el toro anterior: esto supo a mucho más, tanto por formas como por fondo. Y eso que no fue nada extraordinario. Y en el que cerraba plaza, Castella comenzó a torear cogiendo la muleta por la parte más cercana a su cuerpo, aunque citó de lejos y se los pasó cerca. Continuó toreando sin cargar la suerte y la faena se vino abajo, igual que la condición del toro. Mató de estocada de lenta ejecución, obteniendo dos orejas. Y pensar que debatíamos sobre el doble trofeo de Perera en el día de ayer. ¡Vuelve, Miguel Ángel! FICHA DEL FESTEJO Albacete, viernes 12 de septiembre de 2014. 5ª de Feria. Tres cuarto de plaza. Cuatro toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presentación, nobles y de variado juego. 1º, soso y bajo de casta. 2º, con movilidad y desaprovechado; 3º, con poca transmisión; 4º, bajo de casta. Y dos toros de El Torreón, también correctos de presentación; 5º, con opciones; 6º, venido a menos. La suerte de varas volvió a ser un mero trámite. Juan José Padilla, pitos tras aviso y oreja. David Fandila “El Fandi”, oreja tras aviso y oreja. Sebastián Castella, oreja y dos orejas tras aviso.