El investigador del CSIC y experto en enfermedades raras, Lluis Montoliu, ha advertido que la experimentación genética en embriones nonatos es hoy en día una "irresponsabilidad", no solamente por las connotaciones éticas, sino por la "falta de conocimiento" de las consecuencias.

Así lo ha expresado a los medios de comunicación el científico momentos después de impartir una ponencia en el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de Valladolid, en la que también ha criticado el supuesto experimento de clonación de dos niñas llevado a cabo en laboratorios chinos.

Esta supuesta creación genética de dos seres humanos "a la carta" es, para Montoliu, algo "absolutamente innecesario", además de "reprochable, tanto desde el punto de vista ético como del legal".

Y es que, aunque en España la modificación genética de células en adultos es una terapia que se aplica "desde los años ochenta", aún queda "un largo camino" para que estos experimentos genéticos puedan trasladarse al campo embrionario.

Sin embargo, desde el Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Raras del que Montoliu es miembro, desde hace unos años el equipo que dirige está inmerso en el proceso de estudio genético de enfermedades raras de origen genético como el albinismo y las consecuencias que suelen ir ligadas a ellas, como la pérdida de visión.

El equipo de investigación de Montoliu se vale de animales de laboratorio para replicar en su código genético las mutaciones que provocan en los humano enfermedades como el albinismo, para después estudiar sobre estos seres diversas "terapias muy avanzadas".

Son estas unas terapias testadas en animales que tienen el objetivo final de poder corregir en el futuro enfermedades raras que a día de hoy son incorregibles en los humanos.

Un proceso, el de dar el salto de animales a las personas, que el científico del CSIC intuye "largo e imprevisible", pues para llegar a aplicar estas terapias en humanos primero hay que estar "totalmente o muy seguros" del impacto que va a tener en el cuerpo humano, algo que aún "requiere tiempo y trabajo".

No obstante, a pesar de que estas investigaciones genéticas puedan parecer muy costosas económicamente, Montoliu clarifica que este es uno de sus "puntos a favor", ya que a nivel de laboratorio y de investigación es "relativamente barato" poner en marcha estas investigaciones.

"Otra cosa sería llevarlas a los humanos", algo que requeriría "costosos protocolos de seguridad", ha advertido.