Así define qué es ser MISIONERO con mayúsculas, Anastasio Gil, el director nacional de Obras Misionales Pontificias que recuerda que hay "13.000 misioneros españoles que están por el mundo". Misioneros que siguen a Cristo dejándolo todo y se marchan al otro extremo del mundo "para darse por el otro". Eso es lo que hizo la misionera María Angeles Pasadas, de los Servidores del Evangelio de la Misericordia de Dios que sin dudarlo se marchó primero a Filipinas donde estuvo cuatro años para después llegar a Japón donde lleva 16. La hermana Pasadas tiene claro que se hizo misionera siguiendo esa llamada de Jesús, "Dios es el corazón donde cabe cada ser humano". ¿Qué hace una misionera en Japón? "Pues es un país muy rico para un misionero, ves una sociedad que está basada en el trabajo, jóvenes con 15-16 años con canas, porque viven tal estrés en bachillerato para ir a la universidad que se ve en el físico y sus padres trabajar para que sus hijos lleguen a la universidad y a penas les ven. Y allí aparecemos los misioneros cuando ellos se preguntan ¿y ahora qué?". Un misionero deja su corazón donde ha estado su misión y siempre quieren volver, "mi corazón está en Asia, es un amor para siempre" dice la hermana María Angeles. Lo mismo le pasa al Padre Blanco, José María Cantal, que lleva uno días en España pero los pies le piden ya comenzar a andar camino a Argelia, donde está su misión.Y en Argelia, José María se ha encontrado con hermanos, "allí como Jesús te encuentras con personas a las que ofrecer esa palabra para retormar la confianza con la vida y allí estás tú en su camino. Y aunque la gente es más proclive al islamopesimismo, en Argelia, tenemos cristianos, gente que sigue a Jesús y hablar de Jesús, es mucho más fácil allí que aquí". El padre José María, la hermana María Angeles son solo dos de los 13.000 misioneros españoles que dan su vida por el otro a lo largo y ancho del mundo.Misioneros: hombres y mujeres que lo han dejado todo por el otro