Las distintas asociaciones y sindicatos agrarios han valorado de manera también diversa el texto a que se llegó con industria y distribución y, mientras algún sindicato lo ha valorado y otros expresaron su deseo de firmarlo, pero con mayores concreciones, otras organizaciones lo rechazan porque consideran que se trata de una mera declaración de intenciones. Por su parte, el director general de Feiraco, Jose Luis Antuña, calificó el texto tras la reunión de ayer con el presidente de la Xunta de "un hito que puede marcar un antes y un después" para la estructuración del sector. Ante esta división, las acciones a desarrollar a partir de ahora son también diversas y se centran, principalmente, en el bloqueo de industrias como Celta, Leyma, Larsa, Leche Río, Larsa o Nestlé, en distintas comarcas gallegas, mientras que otras se mantienen ante las distribuidoras, en demanda de que la leche no se utilice como producto reclamo, un aspecto que se recoge en el texto, pero de cuyo cumplimiento dudan. En cuanto a los tractores, aunque las decisiones de las distintas asambleas fueron incluso confusas, por el desarrollo mismo de las reuniones, la maquinaria agrícola sería retirada de Santiago salvo la circunvalación de los edificios administrativos de la Xunta, y permanecería en Lugo.