Los embalses malagueños encaran la llegada del otoño reduciendo semana a semana sus reservas. A día de hoy, los pantanos de la provincia están al 60% de su capacidad. Terminan el verano con 375 hectómetros cúbicos de agua de los 616 que pueden llegar a almacenar. Aunque el nivel de los embalses todavía no es del todo alarmante, lo cierto es que se trata del peor nivel de reservas de los últimos cinco ejercicios en esta época del año. Por ejemplo, el año pasado en estas mismas fechas alcanzábamos el 70% de llenado y hace dos años rozábamos el 90%.       Hace una década se implantaba en la provincia un decreto de sequía, que se mantuvo hasta 2009. Entonces, aquel año, el decreto se levantó cuando los pantanos alcanzaron el 50% de su capacidad. Hoy no están lejos de esa cifra. Están al 60%. Una situación que contrasta con la del verano de 2013 cuando Málaga encaraba la temporada estival con los embalses al 98%; hoy la termina al 60%.       Los agricultores recuerdan que en los últimos 20 años, no ha variado la capacidad de almacenamiento de agua en Málaga, mientras que hoy viven en la provincia 400.000 personas más que entonces. La propuesta de los regantes pasa por que se construya un embalse que recoja el agua que vierte cada año al mar el río Guadiaro: en torno a 1.000 hectómetros cúbicos anuales, que es casi el doble de lo que puede almacenar Málaga en sus embalses. "Es la zona de reserva de Málaga. Es donde llueve más casi de toda España (...) y no hay ningún pantano cuando el futuro está ahí" explica el vocal de la Asociación de Regantes de Andalucía (FERAGUA), Miguel Rueda.