El obispo de San Sebastián, Monseñor José Ignacio Munilla, ha analizado en La Tarde la homilía que pronunció este 15 de agosto con motivo del día de la Asunción de la Virgen y en la que se refirió a las víctimas del terrorismo, animando "a todo el mundo a leer lo que dije". El obispo de San Sebastián ha explicado que lo que quiso decir es que "un diálogo sobre la paz no es auténtico si no aborda la condena del terrorismo", y que un foro por la paz como el que se ha convocado en San Sebastián "empieza mal si se excluye a las víctimas del terrorismo".Monseñor Munilla ha contado que para hablar sobre el foro internacional convocado en la capital guipuzcoana formuló "tres principios éticos muy claros". El primero fue que "un diálogo sobre la Paz no es auténtico si no aborda la condena del terrorismo. Se habla de que existen distintos tipos de víctimas y distintos tipos de violencia, pero eso no tiene que ser utilizado como una maniobra de distracción que le libere a cada uno de su obligación moral de arrepentirse y de pedir perdón hacia las víctimas que él ha generado o de las que ha sido cómplice".Otro principio al que se refirió el obispo de San Sebastián es que "un foro de diálogo por la paz empieza muy mal si excluye a las víctimas del terrorismo".Y la tercera cuestión, según ha contado monseñor Munilla en La Tarde, es que "los conceptos que yo abordo son inherentes a la ética. Y una política sin ética la propuso en el siglo XVI Maquiavelo, así que no vamos a inventar nada. La política necesita unos principios éticos en los que sustentarse, por lo tanto, arrepentimiento o petición de perdón son conceptos no sólo religiosos, sino que también son conceptos necesarios para una ética que esté sustentada en la búsqueda del bien común". Además, monseñor Munilla ha aclarado que "el obispo tiene que decir una palabra de clarificación moral. Nuestra ciudad ha sido elegida como una especie de Foro Internacional para tener un encuentro por la Paz. Por lo que pretender liderar un movimiento de pacificación sin haberse desmarcado de una organización terrorista es un tanto obsceno". "La Iglesia no está llamada a entrar en política, pero sí está llamada a hacer valoraciones morales. Si no lo dijese se estaría faltando al cometido que a un pastor se ha encomendado, que es desenmascarar y denunciar lo que es contrario al bien moral".