El acto principal ha sido la Eucaristía presidida por el mons. Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, acompañado de diez sacerdotes diocesanos. Las religiosas atienden a ciento cuarenta personas en esta residencia que es una “milagro en Castellón al evidenciar la Providencia de Dios”, según explicó el prelado en la homilía.   La madre María Jesús, superiora de la congregación, introdujo el acto recordando que Teresa Jornet es patrona de la ancianidad, y que este día se celebra en todos los hogares. El de Castellón se creó en 1874 gracias a la iniciativa de la misma fundadora y el apoyo del sacerdote Cardona Vives.   Mons. Reig Pla, que durante su paso en la Diócesis vivía en el asilo junto al Obispado, afirmó que los promotores querían una “casa donde todo Castellón pudiera visibilizar la belleza del cielo”. Por eso concluía animando a las religiosas, a los ancianos y trabajadores y voluntarios a “disfrutar, porque Dios nos lo ha dado todo para ser sus hijos”, y a hacer brillar estos focos de luz que Dios nos ha dado injertando en el presente la realidad hermosa de Cristo”.