Se acerca el final de agosto y con él las vacaciones familiares. Los niños vuelven al cole y los padres al trabajo. Sin embargo, a todos aquellos que se encuentren fuera del país disfrutando de unos días de descanso y disfrute, esta vuelta se les puede hacer más cuesta arriba de lo normal.

Aunque el lunes por la mañana se estabilizó en cierta medida la situación en el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona, sigue habiendo diversas huelgas en el sector de la aviación en curso y, por tanto, diversos focos de conflictividad ante la vuelta de las familias. Como decimos, este parón catalogado como indefinido y de 24 horas por la empresa adjudicataria de los servicios de seguridad de El Prat, Trablisa, empezó el viernes 9 de agosto y los servicios mínimos se extendieron hasta el 19 de agosto. Pero parece haber quedado resuelto.

No obstante, peor suerte está corriendo de momento el futuro las huelgas de Iberia en dicho aeropuerto. Y es que la reunión de mediación entre el comité y la dirección de la empresa para intentar desconvocar las jornadas de huelga previstas para este fin de semana han acabado sin acuerdo. Los trabajadores de tierra de Iberia en este aeropuerto tienen previsto parar los días 24, 25, 30 y 31 de agosto para exigir mejoras laborales, después de los interrupciones levadas a cabo ya a finales de julio.  La precariedad laboral que denuncian los sindicatos UGT de Cataluña y USO no es exclusiva de El Prat, y las protestas se extienden ya a otras instalaciones. Ayer incluso llegaron al personal de tierra de Iberia en el aeropuerto de Barajas de cara al 30 y 31 de agosto, según informaron en un comunicado.

Por su parte, la compañía manifestó que “la mayor parte de las reivindicaciones incluidas en la convocatoria de huelga están siendo tratadas en la negociación del XXI Convenio Colectivo del Personal de Tierra de Iberia, común para todos los empleados de tierra de la compañía y en todos los aeropuertos donde está presente, y se están abordando en la mesa de negociación desde el pasado mes de septiembre”.

Entre las exigencia de los trabajadores destaca la necesidad, según ellos, de “un nuevo plan de empleo que termine con la perpetua eventualidad y que permita contratos a tiempo completo". Por su parte, UGT-Barajas exige una asignación lineal de turnos para los trabajadores y la disminución de las desprogramación de turnos y horarios. Asimismo, también han apunto a la falta de formación que sufren en todas las áreas de producción, según los trabajadores, que les “genera estrés laboral y falta de eficiencia productiva”.

En otro orden de cosas, otro de los focos de conflicto que deben solucionarse antes del grueso de las vueltas post-vacaciones es la huelga de tripulantes de cabina de Ryanair en España.

Los representantes de USO y Sitcpla, los sindicatos que han convocado diez días de huelga en septiembre en el colectivo de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP), han asegurado que mantendrán la huelga tras la reunión con los representantes de Ryanair en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA). El secretario de Organización de USO-Ryanair, Jairo Gonzalo, ha asegurado que el SIMA ha propuesto otra reunión entre ambas partes para la próxima semana, y que la empresa irlandesa de bajo coste se ha negado durante la reunión "a aportar datos sobre el cierre de bases o el número de afectados".

A la espera de nuevas noticias y acontecimientos, las familias que estén en el extranjero, sobre todo, deben estar muy atentas para no tener un final de vacaciones más convulso de lo normal.