Arai respira hondo. El jefe de Honda ha logrado más tiempo y más apartados en los que mejorar el motor de Alonso en 2016. Pero no lo ha conseguido por su peso político, sino porque Renault quiere volver como constructor y ha pedido más libertad para evolucionar su propulsor... Y durante más tiempo.En Ginebra se han reunido este jueves Mercedes, Ferrari, Honda y Renault con representantes de la FIA y el propio presidente, Jean Todt. La decisión no ha sido la libertad total, lo que exige de verdad el espectáculo, pero sí al menos se han relajado las normas para que dos grandes constructores no abandonen de nuevo hastiados la F-1.Los motores híbridos podrán evolucionarse a lo largo de todo 2016 (no el 28 de febrero como decía el reglamento) y se amplía el número de tokens de los 25 previstos a los 32 que ya hemos tenido en 2015. Además, pese a lo publicado en el reglamento hace unos días, sí que se podrá competir con motores de 2015. Esto deja abierta la posibilidad al acuerdo entre Toro Rosso y Ferrari para poder llevar los motores de Maranello de esta temporada el año próximo. Ya sólo falta que Bernie le dé a Renault la consideración de equipo histórico, y el bonus de millones que conlleva, para que la firma francesa se haga con Lotus y suministre motores de nuevo a Red Bull.La contrapartida de esta cesión de Mercedes en el reglamento es que se desestima el cambio de motores. Ecclestone quería el regreso de los V8 atmosféricos para la temporada 2017. Todos estos cambios se harán oficiales en el Consejo Mundial de la FIA del próximo mes de diciembre.