Hoy era la segunda vez que Mariano Rajoy y el flamante líder del PSOE, Pedro Sánchez, se enfrentaban cara a cara en el Congreso, pero los focos no estaban en ellos. Alberto Ruiz-Gallardón volvía a amagar con su salida del Gobierno si la ley del aborto, en la que tanto se ha implicado, se queda en un cajón.Gallardón, que nunca pierde la compostura en el debate parlamentario, ha esquivado con evasivas el ataque del PSOE que le ha exigido que aclare si el Ejecutivo ha renunciado ya a la reforma y, si como se lleva hablando varios días, abandonará el Gobierno si fracasa su apuesta personal.Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Prácticamente solo en el banco azul, sin Rajoy ni Soraya Saénz de Santamaría que ya había salido del hemiciclo, Gallardón ha reconocido con ironía que es "muy difícil" saber donde estará cada uno dentro de un año.Ha dejado claro, eso sí, que esté donde esté, seguirá "defendiendo las libertades de las mujeres y el derecho a la vida de los concebidos" y ha reiterado que ni él, ni nadie del Gobierno, ni del PP, ha legislado nunca en contra de los derechos de las mujeres.Sin aclarar si la ley saldrá finalmente adelante, Gallardón, no obstante, ha calificado de "extraordinariamente positivo" el debate surgido en la sociedad con la reforma que, por otro lado, estaba en el programa electoral del PP.Casi todos sus compañeros de bancada le han aplaudido, y la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, uno de los pocos miembros del Gobierno que seguía en el pleno, le ha dirigido un gesto de aprobación con la cabeza.El ministro, necesitado de "cariño", según confiesan en privado destacados dirigentes del PP, les ha agradecido el gesto.Gallardón se ha dado la vuelta en su escaño y les ha dado las gracias por los aplausos porque "hay días en que uno los necesita".Después, a su salida del hemiciclo y ante la pregunta de los periodistas de si sus palabras podían interpretarse como una despedida, el titular de Justicia ha respondido lacónico: "Es para nota esa interpretación".Ningún miembro del Gobierno ha accedido a comentar esa hipotética salida de Gallardón del Ejecutivo.El presidente, Mariano Rajoy, ha abandonado el Congreso como una exhalación sin responder a los periodistas.Soraya Sáenz de Santamaría ha salido por una puerta lateral sin acercarse a los informadores y se ha dirigido a la habitual reunión de subsecretarios, previa al Consejo de Ministros de los viernes.De todos modos, los socialistas dicen ahora que les da "igual" si Gallardón dimite o no, porque "los derechos de las mujeres no son mercancía electoral", aunque han denunciado que el PP haga cálculos electorales con un asunto tan delicado como el aborto.