Los hechos sucedieron el 10 de abril de 2011 cuando, a la finalización de un festejo en la plaza de toros de Utrera (Sevilla), tuvo lugar un altercado con algunos de los aficionados que abandonaban la plaza. Justo al término del festejo, cuando los toreros se retiraban de la plaza ya montados en la furgoneta, un aficionado local, A.G.G., formuló comentarios negativos acerca de la actuación del matador de toros durante la lidia. Así se pudo escuchar el comentario «Finito ha estado hoy fatal, no tenía ni donde esconderse». Fue en ese momento, cuando, al parecer, se bajaron de la furgoneta A.M.C. (mozo de espadas), D.M.L. (que en aquel momento no formaba parte de la cuadrilla, pero viajaba en el vehículo) y J.M.N.C. (banderillero) y la emprendieron a golpes con A.G.G., L.G.G. y J.M.R.A causa de lo sucedido, A.G.G. sufrió una herida en el pabellón auricular derecho, de la que le costó recuperarse 17 días. L.G.G necesitó puntos de sutura para la curación de sus lesiones y una herida en el labio inferior, mientras que J.M.R., sufrió una contusión facial y una herida superficial en la zona interna del ojo izquierdo. Por todo ello, el Juzgado número 1 de la localidad sevillana de Utrera asegura que «existen motivos suficientes para atribuir la perpetración de dos delitos de lesiones y una falta de lesiones a A.M.C., D.M.L. y J.M.N.C. Mientras que al torero «Finito de Córdoba» le atribuye una falta de lesiones.