El exárbitro José Merino González ha fallecido este martes en Las Palmas de Gran Canaria a los 64 años de edad tras una larga enfermedad, según informa la Unión Deportiva Las Palmas, club en el que ejerció como delegado hasta la pasada temporada. Merino González dirigió 172 partidos en la Primera División del fútbol español durante quince temporadas consecutivas, desde 1979. Debutó en un Español-Almería (5-2), en el desaparecido estadio de Sarriá, y en su palmarés como colegiado destaca el partido de ida de la final de la Supercopa de España de 1991 que disputaron Atlético de Madrid y Barcelona en el Vicente Calderón (0-1). Su último encuentro oficial fue un Valladolid-Celta (0-0), en el Nuevo Estadio José Zorrilla, el 15 de mayo de 1994. Merino fue internacional como juez de línea y, durante la década de los ochenta, fue distinguido en tres ocasiones con el "Silbato de Plata", premio concedido por el Comité Nacional de Árbitros. Una vez retirado del mundo del arbitraje, Merino González ingresó en la Unión Deportiva Las Palmas en la temporada 1994-95 como director general de la entidad y dos años después pasó a ejercer como delegado del club, así como jefe de instalaciones y material. Tras un paréntesis en el que fue sustituido en el cargo, y la posterior llegada al club del actual presidente, Miguel Ángel Ramírez, Merino González volvió a desempeñar su antigua función de delegado, que compaginaba en los últimos años con su faceta de árbitro en partidos de juveniles y veteranos. En la temporada 2010-2011 le fue concedido el premio al mejor delegado de Segunda División, trofeo que le entregó en Madrid el presidente del Comité Nacional de Árbitros, Victoriano Sánchez Arminio. Su último partido como delegado de la UD Las Palmas fue el del ascenso del equipo amarillo a Primera, el pasado 21 de junio, frente al Real Zaragoza en el estadio de Gran Canaria. Merino González será incinerado mañana en la capital grancanaria, y en el partido de la Liga BBVA del próximo sábado entre la Unión Deportiva y el Eibar se guardará un minuto de silencio por su fallecimiento, que ha causado consternación en el mundo del fútbol en general, y de la provincia de Las Palmas en particular.