España ha enviado en 2020 dos millones de euros en donaciones a Infancia Misionera, de las cuales se han beneficiado proyectos en 39 países, situándose como el segundo país que más aporta después de Alemania, según Obras Misionales Pontificias (OMP).
Infancia Misionera es una institución de la Iglesia que promueve la ayuda recíproca entre los niños de todo el mundo: da a los menores un papel protagonista como agentes, donantes y receptores de la tarea misionera.
Durante un encuentro informativo, Obras Misionales ha presentado la Jornada de Infancia Misionera, que tendrá lugar el próximo 17 de enero y en la que mostrará el trabajo de diócesis, una muestra de cómo Infancia Misionera acompaña el trabajo de la Iglesia con los niños en el mundo.
Los niños son los protagonistas y apoyan a los misioneros para que más de cuatro millones de niños puedan acceder a la educación, la salud, la protección de la vida, y la fe, destaca.
Como Sarah, una niña que vive en Yendi (Gjana) y que fue rescatada por la Hermana Therese Stan después de ser acusada de brujería y condenada a muerte con tan solo 4 años.
"Queremos transmitir a los niños españoles las necesidades materiales y espirituales de otros niños", ha explicado el director de OMP en España, el padre José María Calderón.
Según el informe elaborado por la institución, un total de 2.800 proyectos han sido financiados en 2020, de los cuales un 45 % están centrados en la educación de los niños, un 22 % se dedican a la salud y la vida y el resto a misiones de evangelización y otros proyectos ordinarios.
"Es el año en el que más colaboración económica se ha recibido, se ha abierto la vía 'bizum' para donaciones y, además, se ha hecho una gran campaña a través de las redes sociales y los medios de comunicación", ha asegurado el padre Calderón.