Se ha publicado estos días un informe de Cáritas que da cuenta de una iniciativa que ningún partido ni sindicato ha sabido incorporar a sus programas sociales. Se trata de la apuesta por la economía solidaria, todo un desafío a la cultura económica orientada únicamente en la busca del beneficio. Cáritas no ha dejado de volcarse en la ayuda de las personas más necesitadas en estos años de crisis, la novedad es el paso que ha dado en el marco de los llamamientos del Papa para cambiar el actual sistema económico, abriendo espacio a la dimensión de la gratuidad y poniendo en el centro a las personas. El informe lleva el expresivo titulo de “Economía y personas: cambiando el foco, cambiamos los resultados” y viene a mostrar que existe otro modo de orientar la actividad económica, siguiendo la brújula de la Doctrina Social de la Iglesia. Durante el año 2015, más de 70.000 personas han participado en diferentes acciones de empleo, formación y economía social. De ellas, más de 15.000 han conseguido acceder a un puesto de trabajo, aparte de las miles que pudieron mejorar su formación laboral gracias a 45 empresas de economía social. El informe también recoge la creciente actividad de una cooperativa de crédito en el marco de la Banca Ética, poco conocida entre nosotros. Toda esta labor ha supuesto una inversión de 46 millones de euros procedentes de aportaciones personales y empresariales, así como del Fondo Social Europeo y administraciones públicas. En definitiva, hay mucha vida y mucha preocupación social más allá de la contienda política.