Esa es la propuesta de dos diputadas del PdL, el partido de Berlusconi, que han llevado un proyecto de ley al parlamento para que los animales sean considerados miembros de la familia y no bienes materiales.La norma se basa en una premisa: “garantizar el bienestar del animal”, y sus promotoras -las diputadas Maria Vittoria Brambilla y Giuseppina Castiello- defienden que la naturaleza de la relación entre los propietarios y las mascotas no puede equipararse a la de bienes separados o gananciales. Es más, pretenden equiparar su tutela a la de los menores. Su aprobación modificaría varios artículos del derecho civil, y dejaría en manos del juez la última palabra. Este podría contar con un experto en comportamiento animal, a modo de asesor. Y también tendría que decidir sobre la manutención: “En caso de custodia compartida, salvo acuerdo previo de las partes, cada uno de los propietarios se ocupará de los gastos en proporción a su sueldo. En caso de custodia completa, asumirá todo el mantenimiento”.En Italia, el 55% de las familias (24 millones en total) tienen un perro o un gato. Y, hasta ahora, apenas hay jurisprudencia sobre su custodia en caso de separación o divorcio.