"Los problemas son dos, el efecto de los rayos ultravioleta sobre los ojos sol y el contacto de los ojos con agua de piscina o aguas no purificadas" asegura la doctora.
"Para el sol el mejor consejo es usar unas gafas de sol que esten homologadas, compradas en centros autorizados" aconseja la Dra. García.
"Los problemas que causan son a corto plazo como lesiones agudas en la cornea o maculitis y a largo plazo puede producir cataratas" comenta Monserrat García.
"El agua de las piscinas aumenta el riesgo de infecciones oculares. El cloro es irritante y deja los ojos rojos. En este último caso conviene visitar al oftalmólogo" advierte la especialista.
"En cuanto a las aguas no tratadas tienen más cantidad de germenes y bacterias y produce infecciones. Es recomendable usar gafas de bucear de bucear que nos protejan frente a la entrada de agua en los ojos" dice la doctora Montserrat García.
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Cuida tus ojos en verano