Durante la Homilía Monseñor Brugués, ha recordado su origen francés y su nacimiento cerca de Lourdes, lugar no muy lejano a los Pirineos y en el que también se erige un Santuario mariano, foco de pregrinación. Esto le ha servido apra recordar que fuese la Advocación mariana que fuese, todo hace referencia a la misma Mujer, María, quien es la gloria d ela humanidad, porque es elegida para ser la Madre de Dios. Monseñor Bregués ha recordado esa tradición que relata cómo La Virgen niña se educó a la vera del Templo, preparándose para su misión. Monseñor Brugués, ha contextualizado esta celebración en el marco del Año de la Fe convocado por el Papa emérito Benedicto XVI y mantenido por su sucesor, el Papa Francisco. Esto le ha servido para señalar que si la fe se apoya en María, siempre es grande y se hace fuerte. Sobre el Evangelio de la Anunciación, que se ha proclamado, ha destacado que nuestra Madre no ha vacilado ante el encargo de Dios, porque lo ve todo desde la Providencia. Antes de finalizar, el archivero de la Santa Iglesia Romana ha pedido que todos tengamos esta Fe de María para que un día seamos coronados como premio a una Fe sencilla como al de nuestra Madre. Durante todo el día miles de personas se desplazan a la Basílica del Pilar para rezar y dejan sus flores en la Plaza inmediata donde tiene lugar la ofrenda floral a la Patrona de la Hispanidad.