Aún estamos asimilando la matanza de 148 estudiantes en la Universidad de Garissa, en Kenia, y ojo a las primeras noticias que nos llegan desde Nigeria sobre una nueva masacre protagonizada esta vez por Boko Haram. La maldad de estos terroristas parece no tener límite; solo en cabezas enfermas como las suyas cabe semejante crueldad.Ha ocurrido este domingo en la localidad de Wayefa, en el estado de Borno. Allí estaban los vecinos tranquilamente cuando llegan unos predicadores islamistas en varios coches. Recorren las calles e invitan a la gente a reunirse en la mezquita del pueblo para escuchar su predicación, así que los vecinos se van para allá tan tranquilos. Cuando ya están todos reunidos, los supuestos predicadores sacan sus fusiles y acribillan a la multitud. Ni se sabe cuantos muertos hay; se habla de unos 50.Pero es que la cosa no acaba aquí. A continuación los terroristas persiguen a tiros a los supervivientes y comienzan a incendiar y destruir las casas del pueblo. El objetivo era el de siempre: sembrar el terror y aumentar el control de Boko Haram sobre más y más zonas del norte de Nigeria. Mientras tanto el gobierno sigue siendo incapaz de hacer frente a la amenaza.Se calcula que Boko Haram ha asesinado a más de 13.000 personas desde 2009. En lo que llevamos de este 2015 han matado ya a 3.000 inocentes.La crueldad sin límite de Boko Haram