Los costaleros que procesionan los pasos de la Semana Santa no están preparados, en general, de una manera adecuada, para evitar las lesiones físicas que puede producirles la carga que soportan con las tallas.

Así lo ha explicado a Efe el doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y profesor de Educación Física del Grado en Maestro en Educación Infantil de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Jorge García Bastida.

Ha indicado que ser costalero requiere una preparación física durante prácticamente todo el año, al igual que sucede en las carreras de atletismo o maratones.

Por su experiencia como preparador físico, ha informado de que estas personas deben realizar "un entrenamiento progresivo previo a la Semana Santa para prevenir todo tipo de lesiones, sobre todo por esa carga que van a tener que soportar".

Ha subrayado que si el cuerpo de los costaleros "no está del todo preparado, puede ocurrir que sufran lesiones en parte del cuello, espalda, rodillas, tobillos o incluso brazos".

Para evitar estos daños cree conveniente que el costalero acuda a profesional que le aconseje qué ejercicios son los adecuados para el peso que va a soportar y, además, asegurarse que no sufre lesión alguna.

Antes de iniciarse en esta actividad, también cree importante el asesoramiento de un fisioterapeuta, que "se fijará más en temas posturales", si el costalero nota alguna molestia; y también el del traumatólogo, que puede hacer alguna resonancia, si hay alguna lesión mayor, ha precisado.

García Bastida ha reconocido, sin embargo, que "cada persona es un mundo", ya que, "sin que haya una lesión, cada parte del cuerpo es distintas en una persona y otra".

También ha subrayado la necesidad de caminar "bastante" cada día para mejorar la resistencia e, incluso, superar los diez mil pasos mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

El trabajo de abdominales, en forma de plancha para intentar mantener el peso, son otras de las pautas de este profesional para mejorar la estabilidad del costalero.

Otro ejercicio que puede ser "muy beneficioso" para el costalero es "coger dos pesas y dar, por ejemplo, cincuenta pasos, intentando que lo único que se muevan sean los pies y en la dirección a la que camina", además de mantener el control postural.

Para reforzar la musculatura de la espalda y piernas, también cree conveniente hacer sentadillas, de forma que se coloque el peso en los hombros y, de una manera progresiva, comenzar con poco peso, aumentándolo poco a poco cada semana.