Aún es pronto para echar las campanas al vuelo, tras conocer los primeros resultados de los ensayos en personas con el candidato a vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la empresa estadounidense Moderna, según consideran investigadores españoles.

Científicos de primera fila que investigan el coronavirus como Luis Enjuanes, Mariano Esteban, Margarita del Val y Vicente Larraga han expresado esta opinión durante un debate virtual organizado por la Fundación Alternativas, moderado por el oncólogo Mariano Barcacid.

La farmacéutica Moderna informó ayer de que ha obtenido un resultado positivo en una fase temprana de su vacuna experimental frente al SARS-Cov-2, la primera que se ha probado en humanos.

Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), considera que una vacuna que tiene el soporte de los Institutos de Salud de Estados Unidos lo menos que requiere es un respeto.

Sin embargo, matiza que le sorprende que hayan echado las campanas al vuelo cuando se han encontrado anticuerpos neutralizantes en solo ocho de los 47 pacientes del ensayo. Me parece una proporción muy baja.

El virólogo del CNB Esteba estima que quizás es demasiado optimista la reacción ante el anuncio, pues hay que ver si realmente los anticuerpos protegen, lo que se verá en las sucesivas etapas de ensayos clínicos.

Una opinión compartida por Vicente Larraga, del Centro de Investigaciones Biológicas, quien advierte de que todo el mundo ha tomado el anuncio como si se tratara ya de una vacuna, lo que no es así.

Para la viróloga Margarita del Val del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa se trata aún de resultados muy preliminares y no han enseñado los datos, que es lo que los científicos queremos ver.

Durante el debate, Objetivo: vacuna anti covid-19, los científicos han hablado sobre la posibilidad de alcanzar este remedio frente a la actual pandemia.

Así, Enjuanes explica que desde el momento en que se induce una respuesta inmunológica neutralizante, es la primera señal que uno necesita para ver que es posible.

En la actualidad son decenas los proyectos de vacunas que se investigan en el mundo desde diferentes enfoques. En el caso del equipo de Enjuanes se trabaja con una vacuna de virus completo, mientras que el de Esteban lo hacen usando como vector una variante de la vacuna que sirvió para erradicar la viruela.

Esteban, sobre los progresos en su laboratorio, indica que el candidato a vacuna ya se ha administrado a ratones y en junio analizarán las características inmunes, además van a demostrar si protege en ratones humanizados.

Por el momento, el mundo está al espera de una vacuna, que aunque no sea perfecta, por lo menos evite muertes, aunque a largo plazo lo que interesa es una mucho más elaborada, dice Enjuanes, mientras Larraga estima que lo normal es que dentro de un año haya cuatro o cinco, cada una con una forma de atacar la infección.

Preguntados sobre la capacidad industrial de España para producir vacunas, Esteban indica que la ha ido perdiendo en estos años, y eso es un replanteamiento que nos tenemos que hacer, pues puede y debe tener esa capacidad porque no podemos estar siempre dependiendo de fuera.

Y ante el proceso de desescalada, Enjuanes indica que, en un caso ideal, sería estupendo que tuviéramos el poder de que a toda la gente que se va incorporando a sus centros de trabajo se le hiciera un test PCR.

Mirando también al futuro Del Val ha hablado sobre cómo realizar un buen plan de defensa ante futuras pandemias. La científica coordina en la actualidad la plataforma multidisciplinar Salud Global, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que quiere tener una visión global de la pandemia.

Del Val considera que cada vez es más importante el concepto de biodefensa y tener preparado un plantel de investigadores en todos los ámbitos porque en salud hay "cada vez más amenazas o más retos que tienen una dimensión global".

Barbacid, por su parte, ha destacado que todos los participantes en el debate, salvo Margarita del Val, habían pasado ya la crucial barrera de los 70 años. Lo que demuestra que nuestros cerebros siguen todavía bastante activos. Es importante que la sociedad entienda que los cerebros no se paran a los 70 y que los hay que siguen en ebullición y muy activos.