El asalto violento de un grupo de ultraizquerda a la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense no es un fenómeno aislado. Con motivo de la última Diada, grupos de ultraderecha asaltaron la Librería Blanquerna, de la Generalitat de Cataluña. En la sociedad española se están produciendo un rebrote preocupante de radicalismo antisistema que tiene la pretensión de alterar el orden y romper las bases constitucionales y democráticas sobre las que se articula la convivencia pacífica. En realidad este fenómeno tiene poco que ver con el sufrimiento social de los últimos años, la alta tasa de paro y las tensiones que se están produciendo. Está relacionado con una dinámica ideológica que, eso sí, busca germinar en el malestar social. La respuesta ante esta larvada enfermedad debe realizarse en diferentes planos. El primero es la aplicación ordenada de los medios con los que cuenta el Estado de Derecho. Por otra parte ha llegado la hora de una serena reflexión de la sociedad civil para diagnosticar las causas de esta enfermedad social. Una reflexión que pase por la regeneración de un sistema educativo basado en las virtudes y en los valores destinados a la formación de una nueva ciudadanía. Educar en verdadera ciudadanía, no en ideología, sigue siendo necesario.