En abril el ministerio de Industria pondrá fin a las subastas con las que se fijaba la tarifa y las sustituirá por un nuevo sistema que establecerá el precio en función de cómo cotiza la electricidad en el mercado mayorista. El ahorro se estima en un 2,5% de media pero ¿lo notará nuestro bolsillo? Pues depende. #copeteayudamos

En realidad no va a haber grandes cambios. “El ahorro estimado está entre un 2% y un 3%”, según ha explicado Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía del IESE Business School. “Ya no habrá una subasta formal en la que los operadores del mercado del petróleo pujen, sino que será el mercado diario de la energía el que fije el precio”.

Para saber si notaremos la bajada en nuestro recibo, Díaz-Gimenez diferencia entre los dos componentes que tiene la factura de la luz; el consumo y la potencia. “La potencia determina el máximo consumo que puede hacer un usuario. Con el nuevo diseño de la factura se va a ponderar más el consumo y menos la potencia”. Y esto es ¿bueno o malo? “Para las casas ocupadas será bueno si somos muchas personas utilizando la luz, mientras que para las casas vacías -segundas residencias, etc- será malo porque ahora se pagará mas por el factor de consumo”, aclara.

¿Cómo valora este nuevo sistema? “Quizá a largo plazo el sistema debería ir hacia una liberalización pero con una transparencia absoluta. También debería existir la posibilidad de optar por alternativas mas baratas. Es decir debería ser absolutamente legal el hecho de que una familia decidiera poner un panel solar en su tejado”.  

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