En este 40 aniversario de las primeras elecciones generales que dieron paso a la Democracia hemos querido echar la vista atrás. La España de 1977 era radicalmente diferente al país en el que vivimos hoy en día. Algunos datos invitan a la nostalgia y otros resultan sorprendentes.

El español que se disponía a levantar con su voto un Congreso democrático apenas llegaba al metro setenta y pesaba 66 kilos de media. Era de barba y corbatas anchas. Ellos llevaban todavía los pantalones, de campana, para más señas, en un país en el que el 74 por ciento de las mujeres se casaban con menos de 25 años.

Sólo representaban un tercio de los alumnos universitarios y, aunque tenían 2'5 hijos de media, España tenía diez millones menos de habitantes que hoy en día.

Éramos menos españoles y pocos extranjeros. Apenas 160.000 ¿Saben cuántos rumanos había en 1977? 27, poco más que la plantilla de un equipo de fútbol. Y los ecuatorianos también estaban contados, 512.

Aquel año sufrimos desgracias como el accidente de los Rodeos y atentados como la matanza de Atocha. La economía también era un poema, con 620.000 parados y una inflación desbocada del 30 por ciento.

Todo un poema para el billete de 5.000 pesetas, el de más valor que circulaba por aquel entonces.

En todo caso, los críos de la época vivían felices, entre las letras de Enrique y Ana y los dibujos de moda.

En la televisión triunfaban dibujos como Mazinger Zeta o series como Starky y Hutch.

El final de la censura coincidió con el estreno de La Guerra de las Galaxias o Perros Callejeros.

A todo esto, la literat nos dio el Premio Nobel para Vicente Aleixandre.

En la música del 77 triunfaban Rafaela Carrá con 'Fiesta', Miguel Bosé con 'Linda' o Pablo Abraira con 'Gavilán o Paloma'.

En el deporte, el Atlético de Madrid ganó la liga y Ángel Nieto se hizo con su octavo mundial de motociclismo.

Hablando de motor, los coches más deseados eran el SEAT 128 y el CITROEN CX. Deseados porque sólo había un coche por cada seis habitantes.

En 1977 se editaban 143 diarios, pero lo que alegró a mucha gente fue que el Bingo fue regularizado.

Era una de las diversiones en un país de televisión sin canales privados. La publicidad sólo emitía 31 minutos al día, pero ese año vivió un hito histórico: Lisa Minelli iba a protagonizar el primer anuncio de Freixenet para desearnos un feliz 1978. Pero eso fue en Noche Vieja, cuando los españoles ya habían votado aquel 15 de junio del 77.