L.E. 10 DE MAYO DEL 2020
Problemas sin resolver
El éxito electoral del PP se debe, en gran medida, al rechazo de una amplia franja social al pacto PSOE-Podemos, pero una parte de los problemas que desataron el 15-M continúan ahí
Tiempo de lectura:1Actualizado17 mar 2023
Desde el 15 de mayo de 2011, el momento en que un grupo de indignados ocuparon la madrileña Puerta del Sol, al 4 de mayo de 2021, el día en el que el centro-derecha obtuvo una rotunda victoria en las elecciones regionales, han pasado diez años. Las reivindicaciones de 15 M tenían su origen en la crisis de 2008 y pretendían responder a la desigualdad creciente, a la corrupción de los partidos tradicionales, a un sistema político al que cuestionaban porque consideraban que no les representaba. El 15-M significó también el rechazo a las instituciones democráticas creadas a partir de 1975. Para sus protagonistas, el una de las mejores transiciones a la democracia de la historia no era ya suficiente.
La protesta del 15-M fue rápidamente interpretada, colonizada y encauzada por un nuevo partido: Podemos. Tuvo un éxito fulgurante. Ahora parece que esa estrella va camino de apagarse. Sus referencias ideológicas ancladas en la izquierda Latinoamericana no sirven para Europa. El partido que iba a redimir el sistema tiene más vicios que las antiguas formaciones. El éxito electoral del PP se debe, en gran medida, al rechazo de una amplia franja social al pacto PSOE-Podemos. Eso sí, una parte de los problemas que desataron el 15-M siguen presentes y probablemente aumenten en los próximos meses tras la pandemia.
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