El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) de la Unión Europea ha trasladado su condena al ataque perpetrado el domingo contra una iglesia en el estado nigeriano de Ondo, situado en el sur del país, donde según las autoridades locales han fallecido al menos 50 personas.

Pese a que el balance oficial por el momento apunta a la muerte de 50 personas, el parlamentario nigeriano Oluwole Ogunmolasuyi ha señalado este lunes que realmente la cifra de muertos podría oscilar entre las 70 y cien personas.

El ataque fue perpetrado durante una misa en la iglesia católica de San Francisco Javier, ubicada en la localidad de Owo. Se trata del primer ataque contra una iglesia católica en el sur del país africano, donde la población es mayoritariamente cristiana.

"Los ataques inaceptables de grupos armados no estatales se están volviendo recurrentes en varias partes de Nigeria y la violencia sin sentido ahora se está extendiendo al estado hasta ahora pacífico de Ondo", ha lamentado el servicio diplomático de la UE en un comunicado.

Así pues, el SEAE ha trasladado sus condolencias con la ciudadanía nigeriana y, en concreto, con las familias de las víctimas, a la par que ha hecho un llamamiento para que los responsables de este "acto despreciable" sean llevados "rápidamente" ante la justicia.

Por otro lado, ha remarcado el compromiso de los Veintisiete con las autoridades nigerianas para ponerle freno a esta "espiral de violencia" y alcanzar una "solución duradera" con el fin de construir "una paz sostenible, profundizar la democracia y garantizar la protección de los Derechos Humanos".

Por su parte, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha condenado lo sucedido y ha manifestado que Nigeria "nunca se rendirá ante la gente malvada e infame", mientras que el gobernador de Ondo, Rotimi Akeredolu, ha descrito lo sucedido como "maligno y satánico". Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.

La inseguridad en Nigeria, anteriormente centrada en el noreste del país, se ha extendido en los últimos meses a otras zonas del norte y el noroeste, haciendo saltar las alarmas por la posible expansión de estas redes terroristas y criminales.