El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha elogiado hoy la trayectoria de la nueva presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, y ha considerado que su nombramiento es un ejemplo de la igualdad real que busca la sociedad española y que no admite ya más demoras ni excusas.

Sánchez ha hecho esta consideración en su intervención en el acto de toma de posesión de Fernández de la Vega al frente del Consejo de Estado y al que han asistido, además, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y los ministros de Economía, Justicia, Interior, Política Territorial, Trabajo, Ciencia y Educación.

El jefe del Ejecutivo ha opinado que con la llegada de Fernández de la Vega a la Presidencia del Consejo de Estado se escribe una página especialmente relevante en la historia de esta institución y de la democracia española por ser la primera mujer que accede al cargo.

Para Sánchez, la nueva presidenta sabe bien lo que es abrir caminos en la larga lucha por la igualdad de género, tras ser también la primera vicepresidenta del Gobierno.

"Hoy, su nombre vuelve a ilustrar el cambio en una sociedad decidida a hacer de la igualdad entre hombre y mujer una causa en la que no son admisibles más demoras y en la que no son tolerables más excusas", ha añadido.

En ese sentido, ha recalcado que Fernández de la Vega "representa como nadie el compromiso con la igualdad de género".

A ese compromiso se ha referido en su intervención la propia presidenta de Consejo de Estado, para renovarlo y para considerar que su nombramiento es reflejo del proceso de modernización de España y una muestra de que la igualdad de derechos ha calado en estratos profundos de la sociedad.

Para ella, aumentar la diversidad en los centros de decisión contribuye a modificar las expectativas sociales y romper viejos estereotipos.

"Reivindicar la igualdad -ha dicho- no es borrar la diferencia, es erradicar la discriminación. Proclamar la igualdad es subrayar lo valioso de ser diferente y ponderar la singularidad y el pluralismo como fuente de riqueza civil de las naciones democráticas y como multiplicadores de los horizontes de libertad de nuestras sociedades".

Y en ese sentido, ha apostillado: "La participación plena de mujeres y hombres en los órganos del Estado no sólo es una cuestión de justicia, también es un asunto de calidad democrática".

El presidente del Gobierno ha destacado igualmente de Fernández de la Vega su vocación de servicio público en los tres poderes del Estado, ya que ha ocupado cargos de relevancia tanto en el ámbito judicial, como en el legislativo y el judicial.

Algo que considera especialmente valioso al hacerse cargo de una responsabilidad como la Presidencia del Consejo de Estado, como también cree que lo es su experiencia durante ocho años en esta institución como consejera permanente.

Pero a todo ello ha unido su "profunda humanidad", de la que ha dicho que da prueba su tarea al frente de la fundación Mujeres por África.

Sánchez, quien ha agradecido su labor al hasta ahora presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay, se ha mostrado convencido de que Fernández de la Vega será una presidenta "responsable y dialogante" y defensora de la Constitución y ha destacado el papel que esta institución desempeña como órgano consultivo del Gobierno.

Fernández de la Vega ha tomado posesión de su cargo en un acto en el que han actuado como padrinos el exministro de Justicia Fernando Ledesma y la catedrática Amelia Valcárcel.

En su discurso, ha agradecido a Sánchez la confianza que ha depositado en ella y ha afirmado que el Consejo de Estado debe aconsejar al Gobierno para reforzar los vínculos emocionales con los ciudadanos.

Además, se ha comprometido a preservar la autoridad y dignidad del Consejo de Estado, a promover su modernización y a defender con determinación la libertad y todos los valores de la democracia.

Al término del acto, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en una conversación informal con periodistas, ha destacado la trascendencia de la jornada de hoy, con la llegada de Fernández de la Vega a la Presidencia del Consejo, en favor de la igualdad real.