El abogado Miquel Roca, que fue uno de los padres de la Constitución, ha negado que el texto de 1978 impida "soluciones flexibles y demócratas" a los problemas que atañen a España, desde el conflicto territorial en Cataluña hasta las pensiones, por lo que ha considerado innecesaria su reforma.

"En este debate sobre la reforma de la Constitución me siento comprometido a dejarlo abierto desde una posición muy escéptica. Hoy por hoy, no veo que este debate tenga una relación directa con ninguno de los problemas que tenemos planteados", ha apuntado durante una conferencia en el Círculo de Economía en Barcelona.

El que fuera portavoz de CiU en el Congreso ha reivindicado la vigencia de los valores del texto constitucional, del que ha subrayado que se siente orgulloso, pero ha admitido que una interpretación "no siempre correcta o conveniente" del marco legal ha originado el actual debate soberanista.

En este sentido, ha señalado como un "grave error" la sentencia que el Tribunal Constitucional (TC) dictó sobre el Estatut en 2010, ya que enmendó lo que antes había refrendado la ciudadanía.

"Cuando un pueblo es llamado a referéndum para ratificar un Estatut es un error que se pueda interponer un recurso. El pueblo, cuando habla, cierra", ha subrayado el abogado, que ha resaltado que una modificación legislativa posterior al dictamen de 2010 en este sentido le da la "razón".

Roca ha apelado al diálogo y al pacto para encauzar el debate soberanista catalán: "La cuestión es que haya voluntad para encontrar algún punto de entendimiento y desencallar esto. No hay ningún país que progrese sin pactar y sin pacto no saldremos adelante", ha agregado.

El abogado ha subrayado que no hace falta reformar la Constitución para alcanzar nuevos consensos en el encaje territorial, pero ha precisado que tampoco hay quien invoque la reforma constitucional para solventar el conflicto soberanista en Cataluña.

"Se dice ignorémosla", ha criticado Roca, que ha considerado que, aunque esta postura sea legítima, en este contexto no tiene sentido abrir el debate sobre "si una cosa u otra tendría o no cabida".

Así, ha ironizado: "Imaginemos que un texto previera incluso regular los derechos de quienes no quieren respetar la Constitución. Esto sería ridículo y complicado. El otro día había un personaje muy institucional diciendo que lo que se está produciendo en Cataluña es una revolución, y supongo que nadie le pide a la Constitución que regule el derecho a la revolución".

Con todo, Roca ha apostado por que toda la sociedad se implique en la tarea de abonar el terreno para la negociación y ha instado a "disimular las renuncias" que hagan ambas partes tras la "escalada verbal enorme" de los últimos meses.