Las autoridades sanitarias de Portugal han informado de 618 nuevos casos de coronavirus, lo que por primera vez en dos semanas eleva por encima de los 600 el dato diario de positivos en un país que, al menos de momento, registra una tendencia de contención que se contrapone con la ola de contagios que asoma en otras partes de Europa.

La Dirección General de Salud (DGS) tiene registrados en sus balances 821.722 casos de COVID-19 y 16.848 fallecidos, tres más que el martes. La cifra de pacientes ingresados sigue bajando y ya alcanza los 558, de los cuales 127 permanecen en unidades de cuidados intensivos.

El Gobierno de António Costa, que ha limitado la movilidad entre municipios con motivo de la Semana Santa, tiene previsto anunciar el jueves la siguiente fase en la desescalada, que en principio arrancará el 5 de abril. Hasta entonces, ha apelado a la cautela para evitar que la tendencia a la baja de los contagios se revierta.

En Lisboa ha arrancado este miércoles una campaña piloto de pruebas rápidas en farmacias, con el objetivo de rastrear posibles casos en las diez zonas con mayor prevalencia del virus. Cada persona tiene derecho a solicitar hasta dos pruebas al mes, informa la cadena RTP.

Entretanto, prosigue la campaña de vacunación, en la que se ha establecido ahora el 11 de abril como horizonte en el que ya estarán vacunados todos los grupos prioritarios. Así lo ha adelantado en una comparecencia parlamentaria el coordinador del programa, Henrique Gouveia e Melo.