La Junta de Portavoces ha rechazado hoy la propuesta de Cs de celebrar un pleno los días 6 y 7 de septiembre, coincidiendo con el aniversario del "golpe a la democracia" que se produjo, a su entender, en las sesiones del año pasado, cuando se aprobaron las "leyes de desconexión" catalanas.
Fuentes parlamentarias han explicado que PSC y PP se han sumado a la iniciativa, con la que el partido naranja pretendía recordar cómo se "vulneraron y pisotearon" los derechos de la oposición en uno de los plenos más crispados de la anterior legislatura.
Fue en esas sesiones maratonianas cuando los partidos independentistas sacaron adelante la ley del referéndum, que debía permitir sacar las urnas el 1 de octubre, y la ley de transitoriedad, que se tenía que aplicar para implementar la república catalana si ganaba el "sí".
Fuentes socialistas han explicado a Efe que su adhesión a la propuesta responde a la voluntad de que el Parlament se active antes del 2 de octubre, que es cuando está previsto el Debate de Política General.
Por su parte, los 'comunes' han descartado sumarse a la iniciativa porque consideran que se trata de una propuesta que "alarga el 'procesismo" y "no tiene ninguna consecuencia política".
Además, han avisado de que Cs "no está legitimado" para hablar de conciliación porque lleva meses practicando la "política-bronca" con su postura, por ejemplo, en relación con los lazos amarillos.
Desde el partido naranja, sin embargo, su portavoz, Carlos Carrizosa, ha criticado en rueda de prensa que los independentistas hayan vetado este pleno, con el que su partido quería arrancar el compromiso de que en la cámara catalana "no se vuelvan a atropellar los derechos" de los diputados ni se pase "por encima" del Estatut y de la Constitución.