El buque Open Arms, de la ONG catalana Proactiva Open Arms, que llegó ayer a Barcelona tras cuatro días de travesía con 60 migrantes a bordo, permanecerá unos días en la capital catalana para luego volver a la zona de rescate y seguir auxiliando a las personas que crucen el Mediterráneo.
En declaraciones a Efe, la portavoz de Proactiva Laura Lanuza ha afirmado que el buque volverá a aguas internacionales porque la ONG tiene "una función, un objetivo y un compromiso: que no quede ninguna vida a la deriva", y así lo harán "pese a los obstáculos", en referencia a la negativa de Italia y Malta de permitir el desembarco a las oenegés humanitarias.
Antes de su regreso al mar, el buque deberá completar el protocolo sanitario de llegada a puerto, que incluye una desinfección total y también la inmovilización temporal durante unas horas, ha explicado Lanuza.
Las tareas de desinfección ya han empezado, pero la organización aún no sabe cuándo el buque se podrá hacer a la mar, ha aclarado la portavoz.
El velero Astral, también de la organización, no participará a partir de ahora en misiones de rescate sino que hará de "observatorio", transportando a personas que hagan de "altavoz", como los eurodiputados que viajaron en él y acompañaron al Open Arms en su última travesía hasta Barcelona.
Concretamente, participaron en la misión los eurodiputados Miguel Urbán (Podemos), Ana Miranda (BNG), Javi López (PSOE) y la eurodiputada italiana de Rifondazione Comunista-Potere al Popolo, Eleonora Forenza.
Esta decisión se debe a la poca capacidad del velero, por lo que no es adecuado para llevar a un gran número de personas a un puerto seguro, algo que podría suceder si Italia y Malta le denegaran un puerto donde desembarcar.
Después de pasar los protocolos sanitarios, la ONG deberá conformar la tripulación del Open Arms para poder zarpar, ha puntualizado Lanuza.