Italia ha sumado este viernes otros 37.000 contagios más y casi 700 fallecidos si bien las autoridades aseguran que la curva de la epidemia parece estar comenzando a aplanarse en los últimos días, después de que el Gobierno adoptara nuevas medidas restrictivas en todo el país para frenar la propagación del coronavirus.

Según el Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas se han detectado 37.242 casos de entre los más de 288.000 test efectuados, mientras que también ha habido 699 decesos. Con ello, el total se eleva ya a 1.345.767 contagios y 48.569 víctimas mortales.

Hasta el momento, más de 520.000 personas han conseguido superar la COVID-19, incluidas 21.035 que han recibido el alta en el último día. Actualmente, hay 33.957 personas hospitalizadas --347 más--, de las que 3.748 se encuentran en la UCI, con otras 36 más.

Lombardía ha sumado otros 9.221 casos, mientras que en Campania ha habido otros 4.226 positivos y en Piamonte 3.861. Véneto ha registrado 3.468 contagios más mientras que en Lazio, donde se encuentra Roma, se han contabilizado 2.667 positivos más.

El presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro, ha asegurado este viernes que "en los últimos días el número de casos comienza a aplanarse y esto indica la ralentización de la incidencia".

Según ha explicado, la incidencia de los últimos catorce días en todo el país es de 732 casos por 100.000 habitantes y la probabilidad de que los hospitales se vean saturados "se ha alejado un poco". No obstante, según informa la cadena pública RAI, "la epidemia se mantiene en niveles críticos" y aunque el índice de transmisión se ha reducido "no podemos cantar victoria" ya que sigue estando por encima de 1.