El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha emplazado hoy al Parlament a dejar la "ciencia ficción" y volver al "realismo" para pasar de una "situación excepcional" a una situación de normalidad en Cataluña y que se pueda formar un Govern viable, con el que poder dialogar dentro de la ley.

Un deseo que ha expresado Méndez de Vigo en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, justo el día en el que se cumplen seis meses de la aplicación del artículo 155, que, a su entender, ha sido "garante" de la estabilidad en Cataluña.

Según Méndez de Vigo, tanto las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC) como los dictámenes de los letrados del Parlament o el último informe del Consejo de Garantías Estatutarias son "muy claros y van todos en la misma dirección", la de cerrar las puertas "de forma definitiva" a que pueda ser investida presidente de la Generalitat una persona huida de la Justicia en otro país.

"No tiene ningún sentido, no ya jurídico, sino político", ha enfatizado el ministro en alusión a la investidura del expresidente Carles Puigdemont, que la Cámara autonómica quería celebrar en enero pasado y que podría volver a intentarse, si se cambia la ley para avalar una investidura a distancia.

En este punto, Méndez de Vigo ha advertido de que "el Gobierno recurrirá cualquier fraude de ley" y ha subrayado que, si hay una "enseñanza" para todos de estos últimos meses, es que el Ejecutivo "está decidido a que se cumpla la ley".

"Y cuando ha tenido que actuar, lo ha hecho sin vacilación, proporcionadamente, pero sin vacilación, para devolver el orden constitucional y la legalidad", ha añadido.

Así las cosas, y tras insistir en que "el campo de juego está claro", ha lanzado un mensaje a la mayoría parlamentaria independentista: "Acomódense a ello, no hagan cosas extrañas porque ya saben cuál será la reacción del Gobierno".

También ha recordado que el "reloj" para la disolución del Parlament está en marcha y que el plazo acaba el 22 de mayo, por lo que ha reiterado que los soberanistas deben "volver a la realidad", después de meses buscando "soluciones imposibles, todas ellas fracasadas".

El Gobierno, ha dicho, cree que sería "bueno" que hubiera un presidente catalán investido con el que se pudiera dialogar dentro de la ley, por ejemplo sobre financiación autonómica, y que lo fuera de todos los catalanes y no sólo de una parte.

Méndez de Vigo ha considerado que lo que "no cabe en cabeza humana" es que Puigdemont, huido a varios miles de kilómetros de España, pueda ser el máximo representante de Cataluña, cuando no puede estar en su despacho, ni someterse al control parlamentario, ni acudir a actos en representación de todos los catalanes.

Por eso, ha dicho que tanto la última decisión del pleno del TC sobre la impugnación por parte del Gobierno para impedir que Puigdemont fuera investido presidente como el informe del Consejo de Garantías Estatutarias "van en la buena solución".

Ha aprovechado para recordar al presidente del Parlament, Roger Torrent, que el TC ha declarado "radicalmente nulo y sin valor ni efectos" cualquier acto que contravenga esa suspensión y que es su deber impedir o paralizar cualquier iniciativa parlamentaria que suponga ignorar la resolución del Alto Tribunal.