"La falta de respeto a las reglas de juego lleva a la anarquía y a la tiranía como respuesta", ha dicho este miércoles el expresidente del Gobierno Felipe González como característica de un mundo globalizado "sin normas ni reglas de juego".

En un debate sobre la situación política treinta años después de la caída del Muro de Berlín, organizado por el Club de Madrid, González ha señalado que el orden mundial actual se caracteriza por "movimientos de protesta heterogéneos" y una "crisis de desconfianza en la democracia representativa" que se "vive en todas partes".

Ha afirmado que, desde el punto de vista de la política internacional, en la actualidad hay un "creciente desprecio por las reglas de juego y de los tratados internacionales", un desprecio que se ha hecho de manera "voluntaria" y que afecta tanto al comercio como al desarme y al medioambiente.

Fruto de ello -ha señalado- son la "inutilización de la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde hay nueve jueces y siete vacantes; y que nos cargamos las reglas de juego del cambio climático".

Según Felipe González, hay un "problema de modelo" que no es capaz de afrontar la "desigualdad en la redistribución de los ingresos". Ha afirmado que ese es el origen de los estallidos sociales y ha advertido de que, a su juicio, "la gente no aguantaría otra crisis como la de 2008".

El expresidente del Gobierno español ha indicado que los regímenes autoritarios están haciendo surgir "impulsos autoritarios" en países que no lo son, como dice que ha sucedido en el Reino Unido con el "brexit" con apelaciones a situaciones de "emergencia nacional".

En su intervención, Felipe González ha criticado al presidente de Chile, Sebastián Piñera, por haber sacado a los militares a la calle en la crisis social que vive el país, "algo que no se veía desde Pinochet", así como su alocución del pasado domingo en la que aseguró que "Chile estaba en guerra contra un enemigo poderoso e implacable".

"Creo que los dirigentes deben mantener la serenidad", ha indicado González.

Pero "a pesar de todos los líos en los que estamos, los problemas tan graves y las cabezas muy pequeñas que tienen la responsabilidad, el mundo que hoy vivimos tiene unas condiciones relativas mejores que hace treinta años", ha concluido.