La celebración de una boda en Afganistán se convirtió anoche en tragedia cuando un suicida detonó los explosivos que cargaba y mató al menos 63 personas e hirió a otras 182, un ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que suscita dudas sobre la paz en el país tras un posible acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos. Según afirmó el portavoz de la Policía capitalina, Ferdawas Faramarz, entre los congregados se incluía un buen número de mujeres y niños.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente este domingo el "horrible atentado terrorista".
El atentado ocurrió el sábado en un hotel de la ciudad de Kabul, en momentos en que la ceremonia estaba por comenzar, cuando un suicida detonó los explosivos que cargaba, ataque que ha sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).