La nueva dirección del PDeCAT liderada por David Bonvehí ha acordado hoy apoyar la "unidad de acción" y ha prometido volcarse en el proyecto de la Crida Nacional per la República capitaneado por el expresidente Carles Puigdemont, al que ha definido como su "líder político y moral".

Bonvehí ha comparecido hoy en rueda de prensa tras la primera reunión de la ejecutiva surgida de la asamblea del PDeCAT del 21 y 22 de julio, en la que el partido acordó entregarse al proyecto y al liderazgo del expresidente catalán y líder de JxCat, Carles Puigdemont.

En este contexto, Bonvehí ha indicado que la nueva dirección -de la que aún no se han definido cargos ni responsabilidades- ha acordado volcarse en la "unidad de acción" dentro del partido, en relación con los soberanistas presos y los que están en el exterior, todo ello bajo el liderazgo de Carles Puigdemint.

Por esta razón, la primera visita que realizó Bonvehí como presidente del PDeCAT fue a Bélgica el pasado sábado día 28, con motivo del retorno a Waterloo de Puigdemont, quien, ha recalcado, es "nuestro líder político y moral".

También mantuvo una reunión con el exconseller Lluís Puig en Bélgica y próximamente se verá con los exconsellers presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, quienes forman parte de la comisión del partido que estudiará el encaje con la Crida.

Bonvehí ha expresado que la voluntad de la dirección es tener un partido "al servicio de la unidad que propone la Crida", movimiento al que quieren volcarse, a título individual, para ser "partícipes" de su construcción.

El nuevo presidente del PDeCAT también ha explicado que prevé reuniones en las próximas semanas con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y con los dirigentes del grupo de JxCat en el Parlament, para garantizar esa "unidad de acción".

El dirigente ha expresado asimismo que el retorno de Puigdemont a Waterloo es, a su juicio, "la constatación del fracaso de la estrategia judicial" dirigida por el juez del Supremo Pablo Llarena, quien optó por retirar las euroórdenes después de que la justicia alemana descartara entregar a Pugidemont por delito de rebelión, aunque sí por malversación.

Precisamente Llarena fue increpado este pasado fin de semana por un grupo de independentistas al salir de un restaurante de Mont-ras, en Girona, donde había participado en una cena veraniega con unas veinte personas, entre las que figuraba el presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz.

Bonvehí no ha censurado los hechos alegando que desconoce si Llarena fue increpado, pero sí que ha opinado, en cambio, que "en otros países europeos estas cenas en las que se mezclan poderes del Estado no ocurrirían".