Compromís ha presentado una serie de preguntas en el Senado para saber cuándo se empezará a tramitar la propuesta de un impuesto a la banca y qué medidas piensa tomar el Gobierno para que sea el sector quien asuma el pago de manera íntegra y no haya efectos para los usuarios y consumidores.

Desde este grupo advierten de que los consumidores no pueden ser "rehenes" de los bancos, por el nuevo impuesto debe crearse con "extremo cuidado" para que no sean los clientes los que paguen las liquidaciones fiscales, según manifiesta el portavoz del Compromís en el Senado, Carles Mulet, en una nota de prensa.

Mulet considera de que los compromisos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adquirió con quienes apoyaron la moción de censura le obligan a buscar ingresos pero sin que ello comprometa sus promesas.

En este sentido, señala que aunque el sujeto pasivo de este impuesto sería, en teoría, la banca, resultará difícil controlar que ese pago se haga sin que los consumidores se vean afectados.

El senador de Compromís pone como referente la medida que el Ayuntamiento de Valencia ha aprobado recientemente para crear una tasa que grava los cajeros que se encuentran en la calle y que supondrá una recaudación de 150.000 euros al año.