Barcelona, 3 mar (EFE). La Asociación Paseo de Gracia, que agrupa 180 establecimientos de esa calle y de su entorno, ha cuantificado en más de 1,3 millones de euros los daños causados en sus comercios por los disturbios desatados en Barcelona tras la detención del rapero Pablo Hasel, y han exigido el fin de la violencia.

El presidente de la asociación, Lluís Sans, ha reclamado "la plena desarticulación, mediante la investigación policial, de los grupos violentos organizados" que, según considera, "se activan con todo tipo de pretextos para transformar manifestaciones en actos vandálicos utilizando técnicas de guerrilla urbana".

A su juicio, Barcelona ha sido testigo de "hechos insólitos, que no se dan en otras ciudades de Europa", poniendo como ejemplo el ataque violento sobre comisarías o "que la acción policial durante los altercados se ponga en duda por parte del mismo Govern".

"Algunos cargos políticos han mantenido una ambigüedad calculada en sus palabras dando oxígeno a los responsables de los disturbios de los últimos días y en los últimos años", ha añadido Sans.

Dos semanas después del inicio de la escalada de violencia, entre los daños provocados por pintadas, saqueos y cristales rotos, la asociación baraja unas pérdidas económicas que ascienden a más de 1,3 millones de euros.

Por ello, Sans ha anunciado que la asociación ayudará a todos los establecimientos con asistencia jurídica para efectuar las reclamaciones pertinentes por daños.

El presidente de los comerciantes cree que ante la envergadura de los altercados, el número de detenidos en Barcelona (90) es "sorprendentemente bajo".

Además, ha pedido la revisión de los protocolos de actuación de las brigadas móviles de los Mossos dEsquadra (BRIMO) para dotar a los agentes de una mayor protección y herramientas más eficaces frente a los disturbios violentos.

En este sentido, ha querido reconocer el trabajo de los cuerpos de seguridad, las brigadas de limpieza y del cuerpo de bomberos, que "han hecho un gran esfuerzo para controlar el caos e intentar restablecer la situación día tras día".

"Los actos no solo vulneran el bienestar, la seguridad y la libertad de la ciudadanía a manifestarse de forma pacífica, sino que la violencia frena el crecimiento y reduce la capacidad de atraer talento, inversión y turismo de calidad, comprometiendo nuestro futuro colectivo", ha concluido.