Cientos de personas se han sumado hoy a la convocatoria de colectivo Sanfermines 78 Gogoan para rendir un homenaje a todas las personas que resultaron afectadas en los sucesos de los sanfermines de 1978, en especial al fallecido Germán Rodríguez y a quienes resultaron heridos, seis de bala.

Este ha sido el acto principal de hoy en recuerdo de aquellos incidentes que se desencadenaron hace ya 40 años tras entrar la Policía Nacional en la plaza de toros durante la corrida del día 8 de julio por la presencia de una pancarta que pedía la amnistía.

Una pancarta en la que se pedía en euskera y castellano "Stop a Impunidad" ha presidido el acto sobre un escenario instalado en la Plaza Consistorial por el que también han pasado portavoces de "Sanfermines 78 Gogoan" para "denunciar una vez más aquel crimen".

Amaia Kowasch en castellano y Presen Zubillaga en euskera han afirmado que lo sucedido en Pamplona el 8 de julio de 1978 "no fue casual sino premeditado" para acabar con una "aurora que anunciaba la libertad, la República, la unidad de los territorios vascos, la justicia social y la autodeterminación".

Desde entonces "la impunidad ha sido total" porque el Gobierno de UCD "boicoteó" la investigación con una justicia "cómplice" y hasta hoy "se sigue ocultando todo tipo de documentación y encubriendo a los criminales franquistas"

"Han sido 40 años de impunidad pero también de dignidad", han dicho, y señalado que se sienten "heridos pero alentados" con el mismo reto de siempre: "verdad, justicia y reparación"

Ya para la tarde son las peñas las que han preparado diversos actos en el 40 aniversario de los sanfermines del 78, empezando por un aurresku que se bailará antes de comenzar la corrida en honor a Germán Rodríguez y Joseba Barandiarán, fallecido también de un disparo de la Policía en las protestas que hubo en San Sebastián por lo ocurrido en Pamplona.

También tienen previsto realizar una suelta masiva de globos, desplegar una pancarta gigante para exigir "verdad, justicia y reparación" por aquellos sucesos y, al terminar la corrida, acudir a la estela levantada en memoria de Germán Rodríguez en el lugar donde cayó abatido de un disparo para rendirle un homenaje.