El candidato a presidir el PP, Pablo Casado, ha vuelto hoy a denunciar presiones para que el partido a nivel provincial y regional se pronuncie a favor de una u otra candidatura, algo que cree que no gusta a los afiliados porque no quieren un "congreso instrumental"

En una entrevista en RNE, ha insistido en reclamar "libertad" para que la militancia decida qué votar mañana y, por eso, no le parece "normal" que los aparatos provinciales y regionales se decanten por una candidatura y que se vean esas "presiones" o "pronunciamientos" en los medios de comunicación.

Casado ha reiterado en que si él gana "nadie pierde" porque "todo el mundo" tiene sitio en su candidatura, y si fracasa estará a disposición de quien gane y, en este sentido, ha lamentado que sea extraño "que la gente dimita, que cuando alguien gana se ponga a disposición sin pedir un cargo a cambio", que es lo que él ha dicho.

Ha advertido de que si en la votación de mañana solo sale representada una parte del partido en la que luego resulte imposible integrar a los demás, entonces el PP va a "perder las elecciones".

Además, ha reivindicado su legitimidad como candidato tanto por su lealtad al partido, como porque forma parte de una nueva generación que está en el poder en muchos de los partidos y los Gobiernos actuales o que llegó al poder a su misma edad.

"Mi generación es en la que empezaron Felipe González, Adolfo Suárez, Aznar, Zapatero y Sánchez a dirigir sus partidos, es cuando entró Tony Blair en Downing Street o cuando entró Emmanuel Macron", ha destacado, por lo que considera "pueril" decir que una persona que ronda los 40 está "más o menos capacitado".

Sobre todo en un momento en el que la gente "no quiere mochilas, sino políticos que se rodeen de buenos gestores", ha afirmado Casado, quien ha subrayado que él ha dado la cara por la formación durante los dos últimos años "en los peores momentos" incluso cuando había casos de corrupción de gente que ni conocía.