Las primeras personas de la caravana de inmigrantes que recorre Centroamérica rumbo a Estados Unidos están empezando a llegar a la frontera de México con su vecino del norte. Muchos están descansando en tiendas de campaña, o incluso en lonas en un polideportivo de la ciudad de Tijuana.

En las afueras de ese campamento de migrantes hay colas para que los afectados reciban atención sanitaria, mientras la policía protege a los refugiados. En la frontera, los agentes mexicanos han desplegado vallas para contener la posible llegada de los viajeros. Aún así, muchos de ellos, como José Angel Laínez, no se rinde. "Desde que salí de Honduras voy para Estados Unidos, y que Dios me acompañe siempre en el camino y que me dé fuerzas".

Los inmigrantes fueron atacados a su llegada por un grupo de vecinos de la localidad mexicana, que les lanzaron piedras, agresion a la que los refugiados respondieron también con violencia.

La incógnita ahora es cuál será el próximo paso de la caravana, que siempre ha manifestado su deseo de llegar a los Estados Unidos y que por fin se encuentra a las puertas del país norteamericano.