El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha restado hoy importancia a la detención que sufrió ayer el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el diputado opositor Juan Guaidó, por considerar que "a una detención de una hora quizás no quepa llamarla detención".
Borrell ha respondido así en el transcurso de un desayuno informativo al ser preguntado por la breve detención a la que fue sometido ayer Guaidó, de la formación Voluntad Popular (VP), del líder encarcelado Leopoldo López.
El presidente de la Asamblea Nacional fue interceptado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en la autopista que conecta Caracas con el costero estado de Vargas, y retenido por espacio de media hora.
Tras restar importancia al incidente, Borrell ha señalado que los que le "preocupa y en lo que hay que estar vigilante es a los derechos humanos y colectivos en Venezuela; eso es una preocupación constante".
Para el ministro, la única salida a la crisis venezolana es "combinar la presión y la sanción, y al mismo tiempo facilitar el diálogo".
Ya que "si lo que se trata es de buscar una salida dialogada y pactada" entre la oposición y el Gobierno venezolano, eso "requerirá que los que deben lograr un pacto se conozcan y tengan la oportunidad de dialogar", ha dicho,