La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha reclamado hoy al PDeCAT y el resto de partidos independentistas que tengan "audacia" y "asuman riesgos" para llegar a acuerdos y establecer un diálogo sincero con el Gobierno, que no se va a conseguir mediante "amenazas o exigencias".

De esta manera ha respondido a una interpelación del portavoz de PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, hoy en el pleno, sobre la forma en la que el Gobierno piensa sustanciar el diálogo anunciado con la Generalitat y sobre sus prioridades de acción para Cataluña.

Batet ha asegurado que el Gobierno confía más en los independentistas y en el PP que ellos mismos, por lo que cree que es posible, incluso entre estos dos bandos tan enfrentados, trabajar para llegar a un consenso que pueda reeditar el que hubo con la Constitución de 1978 o en los pactos autonómicos de los 90.

Por eso, ha pedido "audacia" para ponerse de acuerdo y sentarse a un diálogo "sincero, desde la confianza y la lealtad" porque, además, como ha señalado, ella no se va a conformar con la "conllevancia" que el filósofo José Ortega y Gasset recomendaba para el problema catalán.

La misma audacia ha pedido Campuzano al Gobierno, así como "coraje", en una intervención en la que ha manifestado su esperanza de que la reunión entre el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, el próximo 9 de julio sirva para iniciar, aunque sea tímidamente, ese camino de diálogo.

Campuzano ha advertido de que gobernar contra Cataluña "tiene altos costes" y tras "pasar" el expresidente Mariano Rajoy, quizás Sánchez también "pasará", pero la voluntad de Cataluña de ser nación va a continuar.

Batet ha replicado que el diálogo solo es posible desde la confianza entre las partes y la "reciprocidad", que supone respetar las instituciones propias y las "del otro", como la del jefe del Estado.

Y también ha establecido como consideración previa para entenderse reconocer que "no hay exiliados en España, hay huidos de la Justicia española", después de que Campuzano recriminara la situación del expresidente Carles Puigdemont y varios exconsellers.

La ministra ha instado a trabajar para propiciar que tras la primera reunión entre Sánchez y Torra haya "una segunda, una tercera y una cuarta", pero ha advertido de que debe haber propuestas más allá del "referéndum sí o sí" que solo ha llevado a la fractura social y no es "un buen camino".

Por su parte, Campuzano ha considerado que el 1-O y lo ocurrido en esa fecha "no se puede aparcar", ya que el Estado tiene "responsabilidades penales" por las cargas policiales que alguien tendrá que asumir.

Para Campuzano, la cuestión de fondo es reconocer la realidad de Cataluña y la demanda del derecho a decidir de la sociedad catalana que debe "canalizarse" de alguna manera.

Pero Batet ha asegurado que la realidad que más le preocupa es "la angustia real que millones de catalanes y catalanas están sufriendo desde hace años", que "no es un farol", ha apostillado.